jueves, 27 de agosto de 2015

¿CÓMO ME AUTOGESTIONO?



Uno de los modelos que utilizo para gestionarme es el Modelo de Autogetión, creado por John McWhirter. Me sirve para explorar, en detalle, mis actuaciones y acceder a nueva información y comprensión de lo que hago, pienso y siento. 

Explorando cómo atiendo y organizo lo que hago, cómo lo hago y por qué lo hago de una determinada manera, puedo realizar cambios, variar, añadir nuevas posibilidades y recursos, allí donde sea necesario.
Conectando con la expencia que quiero explorar, atiendo desde mi desempeño (me coloco en esa posición) a lo que  hacía, pensaba, sentía, en esa situación concreta. Después,  desde mi gestión, atiendo a cómo me estaba gestionando, qué opciones tenía, cómo procedía, las maneras de desempeñarme. A continuación, desde mi dirección, atiendo a por qué decidí hacer lo que hice, qué quería conseguir, cuáles fueron mis razones, motivos para hacerlo de esa manera, qué era importante para mi, qué es lo que valoré en esa situación, las razones que guiaron mi gestión y desempeño. Finalmente, me coloco en la posición de supervisión y desde ahí, noto qué tipo de sensaciones siento, cómo han ido las cosas.

Una vez hecha la exploración, soy más consciente de cambios, variaciones que podría hacer, en los distintos niveles. 

Cuando queremos cambiar algo en nuestro hacer, pensar o sentir, al explorar un ejemplo concreto se facilita que surjan posibles alteraciones, distintas formas de responder.  

El modelo nos puede servir para revisar desempeños y aprender de la experiencia, y también para planificar lo que queremos hacer en el futuro, en cualquier área de la vida.

¿GESTIÓN DEL TIEMPO?


El tiempo no se puede gestionar. El tiempo cronológico (krónos) es imposible modificarlo por su propia definición (a menos que nos movamos a velocidades cercanas a la de la luz). Por lo tanto, algo que no podemos modificar es imposible gestionarlo. 

Lo que sí podemos hacer es gestionarnos  mejor, decidir cómo dedicar los espacios de tiempo. Esto supone asumir que somos nosotros los que tomamos las decisiones sobre lo que hacemos”. Tiene que ver más con el liderazgo, con saber hacia dónde vamos y con tener claras nuestras metas.

Según S. Covey, el tiempo lo empleamos de cuatro forma diferentes:
  • Para “apagar incendios” cuando en su momento no hemos hecho lo necesario para evitarlos.
  • Para hacer lo que otros quieren que hagamos, aun cuando sea algo que no es importante para nosotros.
  • Para perderlo en actividades que no nos conducen a nada.
  • Para conseguir las metas que nos hemos fijado y que son importantes para nuestra vida.




 Preguntas útiles: ¿Qué quiero hacer? ¿Qué me gustaría hacer? ¿Qué es necesario hacer?  Es importante cuando hagas algo, te preguntes: ¿Para qué y por qué lo voy a hacer? De esa manera puedes tomar consciencia de las razones y de lo que quieres conseguir, pudiéndolo usarlo como una herramienta para priorizar y seleccionar lo que hacer y cómo lo quieres hacer (cantidad, cualidad). 


EL OBSERVADOR: ¿DESDE DÓNDE ESTOY ATENDIENDO?



"No sabemos cómo son las cosas, solo sabemos cómo las observamos”

Atendemos DESDE un punto de vista, una perspectiva a ALGO en el mundo, EN un contexto, situación determinada. 

Existen tantas realidades como observadores existen. 

El observador, es la forma propia que tenemos de ver las cosas y creamos nuestra realidad, en base a creencias, modelos mentales, cultura, vivencias, educación, costumbres, historia personal, etc. Podemos cambiar el observador que somos. Cambiar el coloque ante una experiencia (expectativas, predicciones, anticipaciones), cuestionar nuestros juicios e interpretaciones, para influir en cómo vives la experiencia.


     Es útil Identificar creencias que me limitan y no me motivan a la acción. Por ejemplo, distorsiones del pensamiento, tipo catastrofista, fatalista, injusticia, culpa, generalizaciones, proyecciones, elaborando un diálogo interior negativo con frases del tipo: “con la crisis que hay me será imposible encontrar trabajo”, “con la edad que tengo, no voy a conseguir nunca más un trabajo”, “no conseguiré ninguna entrevista porque hay muchas personas mejores que yo”. Por ejemplo, si creo que encontrar empleo es sólo cuestión de suerte, que “siempre llego tarde”, “unos nacen estrellados y otros con estrella”, no me voy a mover a buscar empleo. Y, es importante generar oportunidades, ampliar los recursos, buscándolo acticvamente.  O, si creo que encontrar empleo es solo cuestión de “enchufes”. Los “enchufes” existen, pero debemos distinguir, “los enchufes”, de la red de contactos (networking), personas que conocemos personalmente o a través de redes sociales o profesionales, y que a través de ellas podemos estar al tanto de ofertas e información útil sobre el mercado laboral.